viernes, 23 de abril de 2010

POLEN Y HOMEOPATÍA

Con la llegada de la primavera y el aumento de las horas de luz, las plantas ponen en marcha mecanismos de per petuación para llevar el polen desde los estambres a los estigmas. Esto se consigue a través del agua y del viento.

La presencia masiva de polen en el ambiente lcanza al organismo a través de piel y mucosas provocando, en algunos, una reacción exagerada del sistema inmunitario; es lo que conocemos como alergia. Ante esta situación el organismo trata de desembarazarse de las partículas invasoras mediante estornudos, lagrimeo y moqueo...

Existen vacunas y distintos tipos de medicamentos que persiguen aliviar y/o evitar ese tipo de reacción desmesurada del organismo, consiguiendo disminuir los síntomas.

Entre esos medicamentos, los homeopáticos, lejos de coartar la respuesta del sistema, (tan necesaria para evitar el "envenenamiento" por el acúmulo de toxinas), atemperan y movilizan los mecanismos de adaptación, evitando así las situaciones molestas e incapacitantes.

Su acción consiste en informar al organismo de cómo debe comportarse frente a una posible agresión, antes de que ésta se haga efectiva. estos medicamentos no suplen estados careciales ni impiden la reacción del organismo, sino todo lo contrario, la potencian a favor del equilibrio homeostático, fomentando los procesos que en el individuo sano hacen que la presencia de polen ambiental no suponga una incapacidad o incomodidad insoportable.

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