lunes, 24 de noviembre de 2008

LA PILDORA CONTRA EL GLUTEN

Hoy en día, el único tratamiento
para la enfermedad celíaca
es la estricta ausencia de gluten
en la dieta, algo complicado
puesto que es una proteína muy
utilizada en la industria alimentaria.
No obstante, después de
que un grupo de investigadores
de la Universidad de Maryland
Schoool of Medicine de Baltimore
(Estados Unidos) identificara
que la proteína zonulina es
la que regula la permeabilidad
del intestino, y que un exceso de
la misma deja las puertas abiertas
al gluten, las empresas farmacéuticas
se han volcado en
buscar una manera de inhibir o
bloquear la zonulina, dando con
un inhibidor, el AT-1001, que ya
ha entrado en ensayos fase II.
Éste y otros hallazgos (como el
descubrimiento de una enzima
capaz de degradar el gluten),
ofrecen nuevas esperanzas de
que los celíacos puedan disponer
de tratamientos orales que
les permitan comer normalmente.
La enfermedad celiaca o sprue, es una
enfermedad inflamatoria del intestino
delgado producida por la ingestión de trigo,
avena, cebada, centeno, espelta, kamut,
triticale y todos sus derivados, en individuos
predispuestos (genéticamente).
Se puede presentar en cualquier etapa
de la vida, y aunque se suele diagnosticar
en la infancia, en países desarrollados se
diagnostica cada vez más en adultos. Para
que se declare la enfermedad es preciso
que exista una predisposición genética y
un disparador. En el caso de las mujeres
el disparador puede ser el primer parto
y en los hombres cualquier intervención
quirúrguica abdominal.
Es una enfermedad de origen genético
pero no hereditaria. Se manifiesta en alteraciones
predominantemente digestivas
consistentes en diarrea, vómitos, pérdida
de peso, cambio de carácter, anemia, etc.
El dolor abdominal puede ser recurrente
y asociado a flatulencia, distensión abdominal,
y movimientos intestinales anormales.
La anemia se produce por mala
absorción de hierro, de ácido fólico y/o
de vitamina B12. A veces se asocia a un
cuadro de artritis con dolor, rigidez y cansancio.
Pueden aparecer lesiones oseas
y tetanias. Aparecen también síntomas
del sistema nervioso con sensación de
quemazón y picor en la piel de las extremidades,
contracciones musculares y dificultad
para mantenerse de pie, con irritabilidad
y alteraciones en la memoria.
Según los investigadores de la Universidad
de Maryland Schoool of Medicine,
el motivo de estos trastornos está en la
descompensación de la proteína zonulina.
Normalmente, esta proteína actúa
en nuestro organismo ensanchando el
espacio que existe entre las células para
permitir que puedan pasar determinadas
sustancias y dejando fuera las posibles
toxinas o bacterias de los alimentos. En
la enfermedad celíaca, los expertos no
entendían cómo una proteína tan grande
como el gluten lograba atravesar la
barrera, hasta que descubrieron que los
altos niveles de zonulina presentes en estos
pacientes hacen que “las puertas se
mantengan abiertas de par en par”, permitiendo
la entrada no sólo al gluten, sino
también a otros alergenos. Una vez que
estos compuestos quedan expuestos al
sistema inmune, los anticuerpos los atacan,
incluido el intestino.
A partir de estos conocimientos de la causa
íntima de la enfermedad, se abre una
nueva vía de investigación para el tratamiento
de la enfermedad celíaca, dirigida
a buscar la forma de inhibir la proteína
zonulina, que, de momento, culmina con
el anuncio de la compañía Alba Therapeutics
de su fármaco AT-1001, un inhibidor
de la zonulina que se administra por
vía oral para el tratamiento de la enfermedad
celíaca, que entraba en ensayos
de fase II, en los que se estudiará la seguridad,
el grado de tolerancia y la eficacia
del fármaco en 79 afectados. Hace un
año, la Agencia del Medicamento estadounidense
(Food and Drug Administration),
asignó a este fármaco la categoría de
“fast track”: fármaco contra enfermedades
sin tratamiento en el mercado.
Las perspectivas de que algún día los celíacos
puedan comer normalmente son,
por tanto, cada vez más próximas, gracias
a éstas y otras vías de investigación
que están actualmente en marcha, como
la dirigida por investigadores de la Universidad
de Leiden (Países Bajos), que ha
hallado una enzima capaz de desmenuzar
el gluten y convertirlo en inofensivo. Los
resultados presentan una posibilidad real
de desarrollar un suplemento oral con
una enzima capaz de degradar el gluten
en el estómago, antes de que llegue al intestino
delgado, donde causa problemas
a los celíacos. Los investigadores de este
trabajo, también confían en poder iniciar
en el futuro los ensayos clínicos en humanos,
dado que no hay un modelo animal
para la enfermedad celíaca.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Reducir la intolerancia al gluten
Una investigación europea analiza la manera de prevenir la enfermedad celíaca, que afecta a más de dos millones de europeos

Expertos de nueve países europeos aúnan esfuerzos para intentar averiguar la manera de frenar el desarrollo de la enfermedad celíaca mediante la inmunización oral en bebés. Esta enfermedad crónica, causada por la hipersensibildad a algunas de las proteínas más frecuentes en la dieta europea, como el gluten, es la intolerancia alimentaria más frecuente en la Unión Europea. Y aunque todavía se desconocen los genes que intervienen en su aparición, si un progenitor es intolerante, la posibilidad de que los descendientes también la sufran gira entorno al 10% y al 50%.

Con la hipótesis de que administrando mínimas cantidades de un alimento el organismo es capaz de aprender a no responder ante esta sustancia, surge el proyecto europeo 'Prevent Celiac Disease' (PreventCD). Este proceso de desensibilización se basa en un estudio sueco del 2006, publicado en 'Archives of Children', que señalaba que introducir gluten durante la lactancia reduciría el riesgo de sufrir celiaquía en un 50%. Asimismo, otro estudio publicado en ' Journal of the American Medical Association', JAMA, ya apuntaba que el mejor momento para introducir la proteína es entre los cuatro y seis meses. Sin embargo, todavía no existen evidencias científicas en niños de familias celíacas.

PreventCD
Por este motivo, PreventCD, proyecto europeo multicéntrico iniciado en 2007, pretende analizar la influencia de la historia dietética sobre la prevención de la enfermedad celíaca, induciendo la tolerancia al gluten en niños con predisposición genética a la patología. Estudios recientes señalan que la introducción de pequeñas cantidades de gluten a partir de los cuatro meses de edad a lactantes susceptibles de desarrollar la enfermedad, cuando algunos de los progenitores o hermano estén diagnosticados, podría prevenir la aparición de enfermedad celíaca.

Introducir el gluten de manera controlada en la dieta del bebé durante la lactancia permitiría prevenir la celiaquía
El proyecto se divide en dos estudios, uno poblacional que se realizará en Suecia, y otro familiar. En Suecia conocen sobradamente la enfermedad celíaca. Entre 1985 y 1987 sufrieron una 'epidemia', con una incidencia cuatro veces mayor, debido a que los fabricantes de alimentos infantiles introdujeron cantidades excesivas de esta proteína en los preparados. No obstante, los exhaustivos controles y registros clínicos suecos sirvieron para determinar las cantidades nocivas relacionadas con la edad de los niños.

Para el estudio familiar, que se prevé que participen cerca de 1.000 niños, se realizará un seguimiento de los que sean susceptibles y de sus madres durante los tres primeros años de vida. Si los resultados del estudio son los esperados, los especialistas elaborarán guías de prevención primaria de la enfermedad, de la que se desconoce su alcance real. Los datos de algunos países europeos estiman que las cifras oscilan del 0,03% al 1% en niños. Por este motivo, la UE ha dotado el proyecto con una partida de más de tres millones de euros.

Lactancia materna
Los expertos señalan que introducir el gluten en la dieta del bebé coincidiendo con la lactancia materna permite 'enseñar' al sistema inmune para que más adelante no desarrolle la enfermedad, con un funcionamiento parecido al de las vacunas. El estudio español contará con la participación de 260 bebés de riesgo a través de los hospitales La Fe de Valencia, La Paz de Madrid y el Hospital Universitario Sant Joan de Reus. Mediante pruebas genéticas se determinará la existencia de DG2 o el DQ8, presentes en el 95% de los celiacos.

Otros de los objetivos del proyecto son analizar la asociación de edad de introducción de la proteína en cuestión y las cantidades involucradas, y el tiempo de lactancia. Las evidencias científicas destacan que la duración de la lactancia materna se relaciona con un menor riesgo de desarrollar la enfermedad debido a la carga de linfocitos maternos que proporcionarían un efecto protector en el niño.

Anónimo dijo...

En resumen: la lactancia materna y la introducción a su debido tiempo del glutén favorecen la "inmunización" de los bebés.